Viajar en el tren Chihuahua Pacífico, más conocido como El Chepe, es una gran experiencia si quieres descubrir el norte de México. En la actualidad, es el único tren que transporta pasajeros en el país. Recorre más de 650 km desde la ciudad interior de Chihuahua hasta la costa del Pacífico y hasta Los Mochis. Cada una de las dos ciudades puede ser a la vez el punto de llegada o de salida del tren sabiendo que circula en ambas direcciones. Por el camino, el tren se detiene en varias estaciones, una oportunidad para combinar el viaje en tren con la visita a lugares naturales y culturales de la región.
Para descubrir la belleza de los paisajes del norte a su paso, ¿Por qué no tomar la línea desde Los Mochis? Tendrá que madrugar para ponerse en marcha, pero quedará encantado desde los primeros kilómetros al ver pasar ante sus ojos los paisajes, que podrá disfrutar perfectamente gracias a la lenta velocidad del tren.
Una de las primeras paradas posibles es El Fuerte. Esta encantadora ciudad, fundada en 1564, alberga numerosos edificios coloniales que podrá descubrir a pie: la Plaza de las Armas, la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, el Palacio Municipal y la Casa de la Cultura.
Varias horas más tarde en tren, llegará a Posada Barrancas. Este pequeño pueblo es uno de los pocos que se encuentra tan cerca de las Barrancas del Cobre. Están formados por varias gargantas profundas y su tamaño es impresionante, ¡Este conjunto de cañones es casi 4 veces mayor que el Gran Cañón de Estados Unidos! Desde la Posada Barrancas, no faltan actividades para conocer de cerca esta maravilla natural, puedes hacer senderismo pero te aconsejamos que pruebes la experiencia de un paseo a caballo, en este magnífico entorno, la experiencia será aún más única.
A pocos kilómetros se encuentra el pequeño pueblo de Divisadero, que ofrece magníficas vistas de la garganta del cañón. También hay un mercado de artesanía donde los miembros de la comunidad tarahumara, que viven en la región de las Barrancas del Cobre, acuden a vender diversos objetos y artesanías.
Si hay una parada que no debe faltar en su itinerario, es Creel. Con el aspecto de un pueblo del oeste, Creel es uno de los pueblos más importantes de la zona, y se pueden pasar fácilmente varios días en él, ya que hay muchas cosas que descubrir en los alrededores. Entre las muchas excursiones posibles, podrá ir a varias cascadas como la de Cusarare o la de Basaeachi (una de las más altas del país con sus 246 m de altura pero bastante fuera de Creel), descubrir asombrosas formaciones rocosas en el Valle de los Monjes o misiones franciscanas como las de Cusarare o San Ignacio. Una de las visitas obligadas de la región es también el lago Arareko, en el corazón de un denso bosque de pinos y robles. Para los más valientes, es posible recorrerlo a pie, hacer una excursión en barco o dar un paseo en bicicleta de montaña. Finalmente, después de todo este esfuerzo, ¿Por qué no relajarse con un baño en las aguas termales de Recohuata?
Tras varios días de viaje, por fin se llega a Chihuahua, capital del estado del mismo nombre. Esta ciudad colonial alberga algunos hermosos edificios coloniales, y es también uno de los lugares más importantes de la historia contemporánea de México, como el museo Casa de Villa, antigua residencia de Pancho Villa, héroe de la revolución mexicana. Por último, a pocos kilómetros de Chihuahua, podrá visitar la misteriosa zona arqueológica precolombina de Paquimé, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
¿Le atrae la mítica ruta del tren El Chepe? No dude en ponerse en contacto con nuestro equipo para planificar un viaje al norte de México.
